("Oficio noble y bizarro de
entre todos el primero Dios
fue el primer alfarero y el hombre,
su primer cacharo.").
El horno decide en último lugar...
trabajo mañanas, tardes y noches
entregando el alma y mi paciencia la
simbiosis perfecta del barro con el fuego,
él es único juez de mi obra.
Trazo dibujos sobre planos vacíos
coloreo ilusiones permanentes
irisando la vida que me rodea.
Fuego, aparta tu venganza,
deja por un día que me sienta orgulloso
del trabajo realizado con la arcilla primigenia,
permite que mis esmaltes cristalicen y
reflejen los brillos del sol.
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